La escena, Estación del transmetro (Transporte público masivo de Barranquilla), hora pico y dos mujeres y un niño de alrededor unos 3 años a mi lado, el niño jugueteaba mientras su madre, una mujer bastante joven, le decía que se quedara quieto. Al fin llego el bus, la mujer carga al niño, su amiga la sigue, yo por mi parte intento entrar en ese bus que de por si ya venía lleno.
Por razones de bienestar y ética ciudadana la mujer con el bebe logran un asiento, y mientras la madre conversaba con su amiga, riéndose y hablando de diferentes asunto el niño juicioso come una manzana que le ha entregado su mama, el niño come hasta la mitad, en donde le pregunta a su mama de una muy cariñosa si quiere comérsela. Hasta ahora todo parece normal, razonable y hasta común... sin embargo, ante la petición del niño, la madre toma la manzana y le da los últimos dos o tres mordiscos que hacían falta para acabar la manzana, e inmediatamente lanza los restos de la manzana a un lado de la silla, como si fuera algo sin importancia alguna, el niño preocupado le dice a su mama "Mami,no!" y la madre despreocupada le dice "¿Que, que paso?" el niño le señala donde lanzo la manzana, a lo que menciona algo que yo no entendí, la madre sin embargo repitió lo que su hijo le dijo en forma de pregunta "Ah? ¿Que eso es una falta de respeto?", a lo que el pequeño responde con fuerza "Si mami!", su madre de forma burlesca le dice, "Si pero puedo hacer esto porque soy grande y tu no.", para mi eso no esta mal.
A esa altura del asunto, yo estaba sorprendida... no por la actitud de la madre, sino por la valiente posición del niño, quien lastimosamente con una madre con esos hábitos olvidara lo que muchos ciudadanos también han perdido: Sentido de pertenencia.
A los pocos momentos llegue a mi parada, el niño, quedo buscando entre los rincones la basura que su madre tiro sin importarle la gente, el ambiente y e sistema de transporte.
¿Conclusión?, hoy no tengo conclusión.
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